Viaje a Islandia, los mejores consejos

Islandia

Si disfrutas de las maravillas naturales únicas, entonces te recomendamos considerar un viaje a Islandia, la Tierra de Hielo y Fuego.

Cerca del Círculo Polar Ártico se oculta una isla tan impresionante que parece de otro mundo, y eclipsa a la mayoría de los demás destinos turísticos europeos.

En esta isla, que parece salida de un cuento de fantasía, podrás presenciar la majestuosidad de glaciares milenarios y coladas de magma petrificado, entre otras atracciones singulares de la salvaje tierra de los vikingos.

Para que disfrutes al máximo de tu viaje a Islandia, en tuguiaviajera.com te damos algunos consejos esenciales.

¿Cuándo viajar y cuánto quedarte?

Al planificar un viaje, uno de los factores más importantes es el clima, ya que tiene una gran influencia sobre cuánto podrás disfrutar de tu estancia.

En Islandia el invierno es considerablemente frío, mientras que los veranos son temporada alta y hay gran afluencia de turistas.

Por lo tanto, la temporada ideal sería entre abril y mayo, o entre septiembre y octubre.

Durante esos meses disfrutarás de un clima más suave y benigno, y podrás evitarte la temporada alta de viajeros, cuando es más complicado encontrar alojamiento y los mayores puntos de interés están abarrotados.

Además, entre septiembre y abril podrás disfrutar de una de las atracciones más especiales de Islandia, las auroras boreales.

Eso sí, haz lo posible por dejar alrededor de diez días libres en tu calendario para tener tiempo de recorrer toda la isla al completo y apreciar sus asombrosos atractivos naturales. En caso de que no cuentes con tanto tiempo, puedes disfrutar de la capital del país y el Círculo Dorado, que reúne los puntos más espectaculares en la zona sur, en cuatro o cinco días.

Presupuesto para tu viaje a Islandia

Los preciosos caballos islandeses

Primero que nada, debes tener claro que Islandia es un país de muy alto poder adquisitivo. Entre el billete de avión, el alojamiento, el transporte, la comida, las excursiones y las entradas, cuenta con un presupuesto mínimo de 1500 euros por persona. Esto sería para una estancia de diez días y durante el invierno (temporada baja), no obstante, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir gastos:

  • Cocina. Aunque sea difícil resistir la tentación de comer cada día en un restaurante, preparando tu propia comida haciendo compras en los supermercados locales ahorrarás mucho dinero.
  • Aprovecha para llevar un poco de comida en tu equipaje. Si administras bien ese espacio, puedes llevar una buena cantidad de provisiones.
  • Evita el alcohol. En Islandia los precios de las bebidas alcohólicas son muy elevados y su acceso es algo enrevesado (solo se puede adquirir en locales especiales a horas muy limitadas, o a precios desorbitados en los bares). La abstemia es una alternativa saludable para tu organismo y para tu bolsillo.
  • Haz tus reservas de antemano. Este destino es de los más visitados de Europa y sus infraestructuras son limitadas, lo cual complica encontrar buenos alojamientos y el alquiler de vehículos. Dejar estos detalles logísticos preparados con bastante tiempo de antelación te garantiza precios más económicos y mejores localizaciones.
  • Evita la temporada alta, cuando los precios son incluso mayores. Entre junio y agosto viaja el mayor número de turistas a la isla, por lo que los sitios más famosos se hallan abarrotados. Es mejor que no viajes a Islandia en esa época si quieres ahorrarte la temporada en que todo es más caro.
  • Compara entre diferentes alojamientos. Hay una buena oferta de alojamiento en la isla, de todos los rangos de precios, por eso te animamos a no quedarte con el primer lugar que encuentres, sino que sigas buscando opciones para economizar la estancia. Los hostels con baño compartido suelen ser más baratos que los hoteles y son de muy alta calidad.
  • No gastes en aguas termales turísticas. Aunque puedan ser el sueño de todo instagramer, los precios de las aguas termales más concurridas son bastante elevados. Debes saber que existen numerosas pozas calientes naturales y gratuitas, y también tienes la opción de las instalaciones municipales de los pueblos, en los que la entrada es infinitamente más económica y encima te relacionarás con los islandeses más amables de la isla.

Aunque Islandia sea un destino algo caro, hay muchas maneras de hacerlo asequible siempre que tengas en cuenta algunos tips y planifiques con detenimiento los gastos que puedes reducir en tu itinerario, empezando por dos factores esenciales de todo viaje: el alojamiento y los traslados.

Transporte y alojamiento

Las distancias en Islandia son algo pronunciadas para tratarse de una isla pequeña, hasta tal punto, que la carretera se convertirá en tu compañera más recurrente. Si quieres disfrutar de todo lo que Islandia contiene, deberás moverte mucho, por lo que te mostramos las opciones principales de transporte:

  • Autobuses. El sistema de transporte por bus en Islandia es bastante eficiente y abarca la mayoría de las carreteras principales. No obstante, también son especialmente caros.
  • Avión. para ahorrar tiempo en traslados largos, por ejemplo de costa a costa, lo mejor es volar. No es un medio exageradamente caro, pero te roba uno de los encantos de la isla: las vistas mientras recorres el país por carretera.
  • Coche. Es la opción más económica, alquilar un coche. Te da autonomía, libertad y ahorro, todo en uno. Ten en cuenta que algunas zonas solo se pueden recorrer con vehículos todoterreno: son un poco más caros, pero valen la pena sobre todo en primavera y verano (en invierno ese tipo de carreteras permanecen cerradas). Respeta las normas de circulación para evitar problemas con las autoridades locales.

También debes tener muy en cuenta la ubicación de tu alojamiento, ya que influirá en tus traslados hacia las zonas de la isla que desees visitar. Hay muchas opciones de hospedaje que cubren cada rango de precio, para que lo ajustes también a tu presupuesto:

  • Hoteles. Siempre hay alguna habitación disponible y tienen bastantes comodidades, pero también son caros. En verano, una habitación puede llegar a costar hasta 200 euros por noche.
  • Hostels. Puedes alquilar habitaciones más económicas que en los hoteles, con el baño compartido y cocina comunitaria. Es una alternativa intermedia que te permite preparar tu propia comida, por lo que te la recomendamos encarecidamente.
  • Cabañas. Es la opción más demandada y difícil de reservar. Son cabañas habilitadas por los habitantes de la isla para hospedar turistas. Suelen ser más económicas que los hoteles y tienen un ambiente más auténtico. Recuerda llevar tu saco de dormir para ahorrarte costes extra.
  • Tiendas de campaña. La alternativa más barata es quedarse en una de las zonas autorizadas para acampar en Islandia, aunque solo podrás hacerlo durante el verano. Debes llevar tu propia tienda, ya que se paga únicamente por el espacio para montarla. Ten cuidado de no acampar en zonas no autorizadas, ya que las temperaturas pueden ser peligrosas por la noche, y la multa desorbitada.
  • Como el objetivo es administrar el presupuesto de la mejor manera, hemos dejado la opción más práctica para el final: Alquilar una caravana. Te cubre dos necesidades, transporte y alojamiento, y te permite moverte con mayor libertad por la isla. Solo es aconsejable esta opción entre primavera y verano.

Peculiaridades naturales de Islandia

La increíble Aurora Boreal

Esta isla es un lugar de otro mundo, no solo por sus paisajes únicos, sino porque parece tener sus propias reglas naturales.

Por ejemplo, en Islandia la luz del día puede durar horas o tan solo minutos, especialmente si vas en invierno, cuando la oscuridad ocupa gran parte del día y te impide disfrutar de tu entorno plenamente.

Otra particularidad es su clima, que tiende a ser impredecible y espontáneo. En un momento puedes estar disfrutando de una temperatura cómoda y tibia, y al siguiente puedes estarte congelando a temperaturas por debajo de cero. Y no hablamos del invierno esta vez, es una situación que afecta a todas las épocas del año.

Siempre sal preparado para esta eventualidad.

Como mencionamos antes, hay algo que hace especial a Islandia (en realidad hay muchas cosas, pero esta está por encima de todas): la aurora boreal. Este fenómeno no puede ser observado desde muchos lugares del planeta, pero Islandia es uno de esos exclusivos sitios donde se puede apreciar.

Esto tampoco significa que puedas observarla durante todo el año o que la vayas a ver por casualidad mientras recorres la isla: debes planificarte bien para ir en su busca e informarte sobre las mejores condiciones para verla.

El invierno es la mejor época de observación, ya que se necesita oscuridad y cielos despejados, aunque el frío es un handicap a tener en cuenta. Técnicamente están allí siempre, pero las peculiaridades de Islandia hacen que sea imposible verla durante el verano, ya que hay sol incluso a medianoche, por lo que la visibilidad de la aurora es imposible.

¿Qué ver en tu viaje a Islandia?

La isla de Islandia es una tierra surrealista y muy peculiar debido a que, geológicamente hablando, sigue en formación. Esto es lo que consigue una mezcla de elementos únicos que incluyen desiertos, cascadas, volcanes, cuevas y glaciares. Además de la ya mencionada aurora boreal, hay lugares de Islandia que no querrás perderte:

Círculo Dorado

Gullfoss en verano

Esta ruta incluye tres sitios imprescindibles de la isla.

  • El primero es Thingvellir, un enclave histórico que fue sede del parlamento más antiguo de Islandia y del mundo, y en el que pueden recorrerse las fisuras entre las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica.
  • Le sigue Geysir, el geiser que le dio nombre a todos los demás géiseres del mundo. En realidad Geysir es bastante impredecible, así que su vecino Strokkur es mucho más visitado, ya que lanza chorros de agua a 90 grados cada 10 minutos.
  • Y por último Gullfoss, una preciosa e imponente catarata, también conocida como la “cascada de oro”, y las más reconocible y visitada de todo el país.

Jökulsárlón y la Playa de los Diamantes

Las fotos que te harás en la Playa de los Diamantes

Jökulsárlón es la laguna más grande de Islandia, y es realmente espectacular. Sobre sus aguas flotan pequeños icebergs que se desprenden del cercano glaciar, y puedes observar a ciertas horas del día el ir y venir de numerosas focas que descansan en sus cambiantes plataformas de hielo.

Si en tu viaje a Islandia deseas visitar una playa, la más particular de toda esta isla es la Playa de los Diamantes, la cual debe su nombre a los icebergs que encallan en su orilla, dando lugar a un llamativo contraste entre las arenas oscuras y el hielo transparente. Si tienes la fortuna de visitarla en un día soleado, te vas a maravillar con los reflejos que produce.

Península de Snæfellsnes

Cascadas y monte Kirkjufell, en la península de Snæfellsnes

Esta zona es idónea para observar volcanes, siendo Saxhóll el principal punto de referencia turístico, ya que es muy fácil acceder a él y tiene unas vistas espectaculares. En esta península también encontrarás Kirkjufellsfoss, otra de las hermosas cascadas islandesas, y que tiene una de las fotos más icónicas con el monte Kirkjufell al fondo.

Y si te fascinan las playas, acércate a visitar Djúpalónssandur: arena negra, formaciones volcánicas y la furia del mar a tus pies.

Desiertos de lava y musgo, Eldhraun

Eldhraun, musgo volcánico por doquier

Eldhraun es un emblema de la tierra de hielo y fuego. Después de que un volcán erupcione y arrase con un área cubriéndola con lava, ésta se enfría y endurece. Con el tiempo, una capa de verde musgo va cubriendo estos restos, dando paso a un panorama espectacular de presenciar, y que podrás observar al recorrer la zona sureste durante tu viaje a Islandia.

Cascada de Gljufrafoss

La cascada escondida de Gljufrafoss

En Islandia encontrarás todo tipo de cataratas y cascadas. Las hay de todas las formas y estilos, y las encontrarás a lo largo de todo tu recorrido.

Ahora bien, si hay una que debes poner de las primeras de tu lista, es la de Gljufrafoss. Esta cascada se halla escondida dentro de un desfiladero, por lo que goza de un entorno muy especial que la hace única.

Esta mágica cascada es realmente un lugar de fantasía.

Blue Lagoon

La mítica Blue Lagoon

El símbolo principal del turismo en Islandia son las aguas termales de Blue Lagoon.

Debido a los fenómenos geológicos de la isla, el agua es extremadamente caliente. Para que sea apta al uso humano, debe verterse agua helada en las aguas naturales de esta laguna, que salen de la tierra a más de ochenta grados centígrados.

Si el presupuesto no es un problema para ti, haz una parada en este espectacular lugar, muy cerca del aeropuerto y de la capital, Reikiavik.

Reikiavik, un imprescindible en tu viaje a Islandia

Las animadas calles de Reikiavik con la Iglesia Hallgrímskirkja al fondo

Esta ciudad es cosmopolita y acogedora, puerta de entrada y de salida a este increíble país. Dedícale al menos dos días, relaciónate con los locales, y déjate sorprender por su increíble arquitectura y buenrollismo, sus salas de arte, su vida nocturna y su cultura.

No te pierdas el Puerto Viejo, la Iglesia Hallgrímskirkja, el Museo Nacional de Islandia para adentrarte en su historia o el Museo Perlan, para conocer la peculiar geología de Islandia.

¡Nos vemos en tu viaje a Islandia #viajero!

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